lunes, 29 de septiembre de 2008
Taller de escritura
A partir de una consigna de Los hacedores de textos de Maite Alvarado y Marina Cortés, escribimos cuentos y los queremos compartir.
lunes, 22 de septiembre de 2008
Arriba el telón
Los chicos de primero D decidieron dramatizar el Romance del Enamorado y la Muerte, y estas son algunas de las fotos que tomamos ese día.
Romance del Enamorado y la Muerte
Un sueño soñaba anoche
soñito del alma mía,
soñaba con mis amores
que en mis brazos los tenía.
Vi entrar señora tan blanca
muy más que la nieve fría,
-¿Por dónde has entrado amor?
¿Cómo has entrado, mi vida?
Las puertas están cerradas
ventanas y celosías.
-No soy el amor amante:
la Muerte que Dios te envía.
-Ay muerte tan rigurosa.
Déjame vivir un día.
-Un día no puede ser,
una hora tienes de vida.
Muy de prisa se calzaba,
más de prisa se vestía,
ya se va para la calle
en donde su amor vivía.
-¡Ábreme la puerta, blanca,
ábreme la puerta, niña!
-¿Cómo te podré yo abrir
si la ocasión no es venida?
Mi padre no fue a palacio
mi madre no está dormida.
-Si no me abres esta noche,
ya no me abrirás, querida,
la muerte me anda buscando,
junto a ti vida sería.
-Vete bajo la ventana
donde labraba y cosía,
te echaré cordón de seda,
para que subas arriba,
y si el cordón no alcanzare
mis trenzas añadiría.
La fina seda se rompe;
la Muerte que allí venía:
-Vamos, el enamorado
que la hora ya está cumplida.
Annónimo español.
soñito del alma mía,
soñaba con mis amores
que en mis brazos los tenía.
Vi entrar señora tan blanca
muy más que la nieve fría,
-¿Por dónde has entrado amor?
¿Cómo has entrado, mi vida?
Las puertas están cerradas
ventanas y celosías.
-No soy el amor amante:
la Muerte que Dios te envía.
-Ay muerte tan rigurosa.
Déjame vivir un día.
-Un día no puede ser,
una hora tienes de vida.
Muy de prisa se calzaba,
más de prisa se vestía,
ya se va para la calle
en donde su amor vivía.
-¡Ábreme la puerta, blanca,
ábreme la puerta, niña!
-¿Cómo te podré yo abrir
si la ocasión no es venida?
Mi padre no fue a palacio
mi madre no está dormida.
-Si no me abres esta noche,
ya no me abrirás, querida,
la muerte me anda buscando,
junto a ti vida sería.
-Vete bajo la ventana
donde labraba y cosía,
te echaré cordón de seda,
para que subas arriba,
y si el cordón no alcanzare
mis trenzas añadiría.
La fina seda se rompe;
la Muerte que allí venía:
-Vamos, el enamorado
que la hora ya está cumplida.
Annónimo español.
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